QUOD SCRIPSI, SCRIPSI

HORACIO ARCHUNDIA

CARRETERA INDISPENSABLE. Con recursos propios, la Administración Portuaria Integral de Manzanillo construirá una carretera que irá del Libramiento al Naranjo a Fondeport, por las calles situadas a espaldas de la famosa Torre Puerto, cruzando el boulevard mediante un paso a desnivel. Será un trazo de casi dos kilómetros y medio por el que transitarán vehículos pesados directo del libramiento a Fondeport, con lo que disminuirá considerablemente el tráfico de camiones de carga pesada y se agilizará a su vez el de la carretera Jalipa-Manzanillo. Sin duda una obra conveniente y trascendental que mejorará bastante la convivencia puerto-ciudad, toda vez que reducirá significativamente los embotellamientos en la conflictiva carretera a Jalipa, en virtud de que a través suyo se desahogará el movimiento de tráileres rumbo a Contecón y a otras empresas a las que llega carga de alto impacto y que en la actualidad tienen que entrar a fuerza por la Glorieta del Pez Vela para internarse al Fondo para el Desarrollo Portuario provocando un enorme «cuello de botella» entre la glorieta y la garita principal de la Aduana. Sin duda un acertado proyecto que ya tiene en marcha la API y que, como quedó asentado líneas arriba, se ejecutará con dinero de la administradora portuaria.

PARTE DEL MAL. El desastre de las finanzas públicas del Estado no sólo se debe a las raterías que le atribuyen al gobernador y a sus colaboradores. No. También tiene su origen parcial en la voracidad insaciable de los burócratas y sus líderes que con esquemas de extorsión exigen al gobernante en turno creacion de nuevas plazas, basificaciones, bonos absurdos, prestaciones inverosímiles y demás canonjias que se les deben de pagar en detrimento de restringir el abasto de medicamentos o la construcción de obras de infraestructura para la población en general. Tan solo el año 2020, de acuerdo a lo que informó el gobernador a los diputados, en nómina sindical gastó su administración más de dos mil millones de pesos, cifra que logró reducir a mil ochocientos millones aplicando un plan de austeridad recurriendo a la supresión de «comisiones» y «bonos» que abultaban escandalosamente el gasto en sueldos. De los 17 mil 546 millones de pesos que se asignaron como presupuesto para 2021, solo el sindicato con sus miembros activos, jubilados y pensionados implicó un gasto de casi dos mil millones. Mucho debe hacer la próxima gobernadora para combatir ese añejo cáncer de las excesivas prestaciones a los burócratas. Sin duda es un tema complejo, que por lo visto ya analizó Indira Vizcaíno, pues no debemos olvidar que desde hace semanas anunció la reestructuración del organigrama de varias dependencias, lo que incluye la fusión de varias para evitar despilfarros en nómina. Bien ha dicho Indira que una de las medidas más determinantes será la desaparición de las fatídicas «aviadurías»; ahora tendrá que pensar también en una seria revisión de las incontables «comisiones» que benefician a tantos lidercillos vivales.


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