EL RESCATE DEL INSUVI

Al menos desde hace quince años, el Instituto de Suelo, Urbanización y Vivienda (antes Ivecol) padecía un desfalco impresionante y un descalabro financiero que parecía imposible de resolver.

 
De ese modo, la designación del tres veces alcalde villalvarense, Felipe Cruz Calvario, resultó atinada, pues conoce a cabalidad la función pública y, particularmente el buen manejo de los recursos, toda vez que sus tres administraciones municipales fueron calificadas positivamente en aquel municipio, y la mejor evidencia es que ganó en tres ocasiones la presidencia municipal y salió bien librado en la opinión pública.

De allí que la gobernadora considerara su nombraniento, que a un año de distancia, ha demostrado haber sido acertado.

El INSUVI estaba en la insolvencia total. Al transformarse en esa dependencia, absorbió también los desmesurados pasivos del Fideicomiso Manzanillo-Las Garzas, con una cartera vencida al parecer insalvable porque los gobiernos municipales y estatales dejaron en la orfandad también a esa dependencia que, haciendo milagros, sostuvo a flote su último director, Alejandro Meillón Galindo.

Pues bien: Con mucha atingencia, haciendo verdadera magia administrativa, emprendiendo una cobranza cuidadosa y responsable, identificando las fugas financieras y ahorrando al máximo, está de nuevo en marcha el Instituto.

La gobernadora ha sido clara en decisiones que tengan que ver con los recursos públicos: Hay pocos, hay que ahorrar y hay que cuidarlos.

Y eso hizo Felipe Cruz Calvario. De manera tal, que desde hace ya casi seis cuatro meses, el Insuvi ha retomado con solidez sus programas: Venta de terrenos y viviendas a bajo costo, y sistemas de ahorro para adquisición de los mismos; y, desde luego, escrituración de viviendas, que tenían décadas en la incertidumbre patrimonial más espantosa.

Ya hay nuevas opciones de ahorro, de dotación de terrenos y vivienda y de escrituración. Eso dará tranquilidad a miles de familias que vivían en la inseguridad de poseer algún día sus casas.

Buena labor, buen trabajo del director de Insuvi, buena conducción de la gobernadora.

Se están entregando escrituras, casas y terrenos, cuyos dueños tenían hasta veinte años esperando respuesta.

Se debe ser muy mezquino y torcido, para no reconocer este acierto de la gobernadora Indira Vizcaíno.