*“Eventos como éste siempre son motivos para la celebración, pero también para reflexionar sobre las decisiones personales que habrán de tomar”: Christian Torres Ortiz.
En la ceremonia presencial donde 86 integrantes de la generación 2015-2021 de la carrera de Médico Cirujano y Partero “Dra. Alejandrina Rodríguez Hernández” recibieron su certificado final de estudios, el rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño comentó que, gracias a que tiene familiares médicos, admira “la vocación, la ética, el compromiso y la capacidad de trabajo que tienen las y los profesionales de la medicina”.
La ceremonia se realizó este viernes en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima y fue transmitida por internet a familiares y amigos de los jóvenes. El rector dijo, además, que ésta es una de las facultades universitarias con más prestigio y tradición en el estado y los alrededores.
Felicitó a los 86 integrantes de esta generación por el esfuerzo que han puesto en su preparación académica durante seis años, y señaló que “eventos como éste siempre son motivos para la celebración, pero también para reflexionar sobre las decisiones personales que habrán de tomar”.
El rector habló de tres compromisos que adquirirán las y los nuevos profesionistas médicos: el compromiso personal, que impactará positiva o negativamente el ejercicio de su profesión, el que se adquiere con la sociedad y, el tercero, el compromiso con la Universidad, “que desde que iniciaron su formación les ha brindado una educación integral y de calidad”.
Por último, felicitó a la Dra. Alejandrina Rodríguez, madrina de generación, y dijo que era tiempo de agradecer a familiares y profesores, “quienes han dedicado parte de su vida, tiempo y esfuerzos a su formación”
En su mensaje, el director de esta facultad, José Enrique Barrios Navarro felicitó a los y a las egresadas, y agradeció también “a todas las personas que contribuyeron con el objetivo de su formación, principalmente a sus familias”.
Él destacó dos aspectos importantes de la profesión, “que son el significado de ser médico y la vocación que da sentido a la vida humana”; en el fondo de la vocación, agregó, “se encuentran el sentido de la vida y el amor a la actividad o profesión que se ejerce, por lo tanto, la vocación resulta ser más exigente”.
Tomando como base el libro “Harrison. Principios de Medicina Interna”, de J. Larry Jameson, Anthony S. Fauci, Dennis L. Kasper, Stephen L. Hauser, Dan L. Longo y Joseph Loscalzo, comentó que un médico, al atender a sus pacientes, “debe poseer conocimientos científicos, habilidades y comprensión humana y dar un servició único a sus semejantes con humildad y sabiduría”. También, resaltó, es preciso que el médico adopte la actitud de una visión integral del paciente y tenga un comportamiento ético.
Por último, les dijo que los médicos, en el desempeño de su quehacer, inciden en la vida y salud de las personas, “por tanto, convertirse en médico significa adquirir una forma nueva de vida como una característica de la verdadera vocación”, y les recordó que, a partir del ejercicio profesional, “tienen la oportunidad de servir y corresponder a valores como el respeto, la responsabilidad y honestidad bajo las cuales se ha formado. No olviden, además, que al ejercer la profesión médica siempre serán juzgados bajo los principios de la ética médica”.
En su intervención, Alejandrina Rodríguez agradeció la distinción que hicieron al nombrar a esta generación con su nombre y reconoció en los graduados el motivo que inspira la labor diaria y el entusiasmo de la planta docente. Les pidió no olvidar que “en su ejercicio profesional deberá prevalecer la ética y el humanismo que durante su formación se les inculcó, con el objetivo de poder desempeñar una adecuada práctica médica”.
Finalmente, les dijo que “las tareas que desarrollarán en un futuro próximo deberán ser un estímulo constante para continuar preparándose, ya sea en el servicio asistencial, en el estudio de una especialidad médica o la investigación, teniendo siempre presente el mejor desarrollo de la comunidad”.
Por su parte, Nicole Chávez Velasco, en nombre de los graduados, expresó un agradecimiento por culminar su carrera profesional luego de muchas experiencias en el aula, del apoyo de sus familias y las gestiones institucionales. Propuso que, además de recordar la parte difícil que significó formarse como médicos, no olvidaran la fragilidad humana y sobre todo la sensación de felicidad que los invadió cuando un paciente suyo pudo recuperarse.
Les pidió, por último, no olvidar tres valores para seguir cumpliendo sus metas: la empatía, una habilidad social útil para seguir cumpliendo sus objetivos profesionales; la humildad, que permite callar las virtudes para que los demás las descubran y no gritarlas o presumirlas como hacen los espíritus vacíos y egoístas y finalmente la gratitud, que gracias a la COVID-19 pudieron entender mejor y que les ha hecho valorar los pequeños momentos.
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