*El amor “es como una adicción, pues durante este proceso se secretan hormonas como las endorfinas y cannabinoides, algo así como la cocaína y la marihuana, respectivamente”: Dr. Sergio Montero.
La sensación de mariposas en el estómago, la aceleración del pulso, las pupilas dilatadas y la sonrisa que inexplicablemente surge al ver o recibir un mensaje de esa persona de la cual se está enamorada. Las canciones y los miles de versos escritos por poetas describen este sentimiento, que ha servido para explicar lo que se siente cuando estamos enamorados, pero ¿realmente el amor es un sentimiento o una serie de procesos que surgen en el cerebro?
El investigador del Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas (CUIB) de la Universidad de Colima, Sergio Adrián Montero Cruz, explicó en entrevista que existen dos momentos: el enamoramiento y el amor, que aunque parecen ser lo mismo, no lo son. En el primero de ellos, dijo, se activan alrededor de 19 áreas cerebrales del sistema límbico, desde donde se genera el deseo por la otra persona y disminuye la actividad de la corteza prefrontal.
En el sistema límbico, añadió, existe un grupo de neuronas llamadas área Tegmental Ventral, que se activa para interrelacionarse con las personas y secreta la hormona llamada dopamina, que a su vez activará otros circuitos neuronales de este sistema, como la corteza del cíngulo y el hipotálamo.
En el enamoramiento, comentó, “la dopamina y la corteza prefrontal juegan un papel importante, pues esta hormona hace que disminuya mucho el funcionamiento de esta área, que es la que te hace razonar de manera lógica, la que te haría ver los defectos de la persona; así que por más que te digan que ese hombre o mujer no te conviene, no podrás verlo, justo porque se está liberando más dopamina de la normal”.
Después, cuando la dopamina ya se liberó e incluso bajó su cantidad y la actividad del área prefrontal se incrementó, “podemos decir que entramos en el segundo momento: el del amor pleno; aquí tienes dos opciones: o lo rechazas porque no es sano para ti o lo amas más y se libera en mayor cantidad otra hormona llamada oxitocina, con la que sólo se activan 12 áreas cerebrales, no 19”.
La oxitocina es muy importante en el proceso del amor pleno, explicó el también profesor de la Facultad de Medicina, ya que participa en otras funciones como el trabajo de parto, al dar lactancia a los bebés y en el acto sexual; “sabemos que el parto duele, pero hay una gran sensación de amor; el hecho de tomar leche en la lactancia es un estímulo en el cerebro y a todos estos procesos se les conoce como apego; entre más abrazos, cuidados y atenciones, más oxitocina se genera y se produce más apego”.
El amor dijo, “es como una adicción, pues durante este proceso se secretan hormonas como las endorfinas y cannabinoides, algo así como la cocaína y la marihuana, respectivamente”. Cuando existe este estímulo visual y de caricias, se da un amor adictivo por la pareja, “porque además del amor pleno, se tiene esta sensación de apego, de pertenencia, que se da en todas las especies, no sólo en los humanos, es algo que tiene que ocurrir, es esa producción de adrenalina y noradrenalina que te hace sentir mariposas en el estómago, es una sensación placentera que también ocurre en el cerebro”.
Pero ¿cuánto dura el proceso del enamoramiento? De acuerdo con el investigador, este proceso varía en hombres y mujeres; en las mujeres puede ir de seis meses a tres años; “quizás por eso a las mujeres les resulta más complicado terminar con una relación”, en cambio en los varones puede durar hasta seis meses.
Esto sucede, explicó el doctor Montero, porque las mujeres tienen estrógenos, lo que favorece un incremento en el tamaño del área tegmental ventral, el hipocampo, la corteza prefrontal y la corteza del cíngulo, que están más desarrolladas que las del hombre; “por ello, la mujer genera más recuerdos, memorias, fechas, y el hombre casi no, también por eso es más fácil para el hombre terminar una relación”.
Entonces, ¿qué le pasa al cerebro cuando termina una relación? “Bueno, la dopamina ya no predomina tanto, sino la oxitocina, esto es, que al no haber más dopamina el área prefrontal se activa más y comienzan las personas a ver las cosas de manera más lógica; digamos que el amor entonces no es tanto de sentimientos sino más bien razonado y pensado”.
Se estima, dijo el profesor universitario, que el duelo de la ruptura puede durar en una mujer tres meses o más; en cambio, en el hombre, la cantidad de dopamina disminuye después de los 28 días de separación y por ende ya no se siente enamorado. Esto se debe justamente a que generan menor cantidad de conexiones neuronales, porque biológicamente estas estructuras del sistema límbico son más pequeñas en los varones.
“Las mujeres tienen más estructuras dendríticas o arborizaciones, que tienen que restaurarse después de una ruptura, y generar este proceso tarda más tiempo en ellas; el llanto sin duda ayuda a regenerar esta reestructuración neuronal, a generar estas nuevas sinapsis, porque el llorar es una catarsis, es curativo, puesto que produce una sensación de tranquilidad gracias a las endorfinas y eso haría que se regeneren las estructuras”, comentó Montero Cruz.
Para el investigador Sergio Montero, “el amor es más biológico y es el que genera estas emociones en el cerebro, que se ven reflejadas en canciones, poemas, en el arte y en un sinnúmero de demostraciones”.
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