- Abraham Pérez, de 41 años, recibió el riñón de su hermana Karen, de 39.
- La Unidad, ubicada en el Hospital de Especialidades del CMN Siglo XXI, comenzó a operar el 22 de octubre de 1963 y desde entonces se han realizado 3 mil 800 trasplantes de riñón.
- Se concretan un promedio de 180 trasplantes de riñón por año, y también se efectúan de tipo hepático, páncreas, simultáneo de páncreas-riñón e intestino.
La Unidad de Trasplantes del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) realizó el procedimiento renal 133 en lo que va del año y se acerca a la meta de concretar 160 trasplantes de este tipo en 2022; el pasado 18 de octubre Karen Pérez donó un riñón a su hermano Abraham, quienes son originarios del estado de Chiapas.
El 22 de octubre de 1963 – hace 59 años – comenzó a operar esta Unidad de Trasplantes y desde entonces se han efectuado 3 mil 800 trasplantes renales; actualmente, la productividad se ha reanudado y fortalecido tras la etapa más crítica de la pandemia de COVID-19 y seguirá gracias a las personas que se sumen al acto altruista de donar.
“Es importante hacer consciencia y, sobre todo, educar a los niños desde preescolar sobre la donación, desafortunadamente la insuficiencia renal cada día va más en aumento a nivel mundial y mucho más en nuestro país, por lo tanto, la necesidad de órganos para trasplantar es muy alta”, indicó el doctor Ramón Espinoza Pérez, Jefe de la Unidad de Trasplantes.
Espinoza Pérez destacó la relevancia del trabajo que se realiza en la Unidad de Trasplantes para brindar una mejor calidad de vida a los derechohabientes que son sometidos a algún proceso quirúrgico.
Destacó que actualmente se realizan un promedio de 180 trasplantes por año, los más frecuentes son de tipo renal, hepático, páncreas, simultáneo de páncreas-riñón e intestino.
“Todos los órganos son difíciles de conseguir, lo importante es que existan donadores, en el caso del riñón quizá se trasplanta con más facilidad porque es un órgano par, tenemos la posibilidad de tomar donadores vivos, en el caso del hígado solamente se hace de donador fallecido, al igual que otros órganos sólidos”, explicó el especialista.
Se concretó el trasplante renal 133 en la Unidad de Trasplantes
Abraham es diseñador gráfico originario de Pueblo Nuevo Solistahuacán, Chiapas, tiene 41 años, es el mayor de 4 hermanos, casado y es padre de dos hijos menores de edad. En 2013 le detectaron insuficiencia renal en una clínica de Bochil, comenzó con tratamiento farmacológico y diálisis. Los médicos le indicaron que era necesario un trasplante, tras lo cual sus hermanos Karen y Benjamín se ofrecieron como donadores.
A las 6:10 de la mañana del martes 18 de octubre los camilleros ingresaron a la zona de hospitalización del Hospital de Especialidades para trasladarlo al quirófano; su hermana Karen resultó ser la más compatible para donarle el órgano.
“Desde el primer día que ella dijo que estaba dispuesta a ser mi donadora yo le dije que muchísimas gracias porque es una decisión que no es muy fácil; ella dijo: si no se puede mis hermanos, si no hay otra salida, yo aquí estoy”.
En este sentido, el doctor Ramón Espinoza Pérez, Jefe de la Unidad de Trasplantes, comentó que este tipo de cirugías duran alrededor de 5 horas y participan médicos cirujanos, clínicos, anestesiólogos y personal de Enfermería especializado en nefrología.
Explicó que al donante se le hacen tres pequeñas incisiones donde se introduce el instrumental y las cámaras para hacer la disección del riñón, después se hace una incisión de 10 centímetros para extraerlo, “se realiza cirugía laparoscópica, con una técnica de lumboscopía; somos el hospital que empezó a hacer este tipo de técnica y de los pocos en el país que la realizan”.
Señaló que la cirugía del receptor es más larga y tampoco se abre cavidad, se trabaja en retroperitoneo, se disecan los vasos iliacos y ahí se coloca el riñón; en otra fase del trasplante realizar cirugía de la vía urinaria.
El especialista del IMSS reportó que la cirugía fue exitosa, “se observa su riñón de forma adecuada, perfunde – irriga – sin ningún problema. Él tomará varios medicamentos de por vida, inmunosupresores para evitar el rechazo; poco a poco va a disminuir la dosis hasta mantener sus niveles séricos adecuados”.
Tras la operación, Abraham agradeció al personal médico involucrado en su cirugía y se dijo contento porque su expectativa de vida no pasaba de 6 a 8 años, destacó el profesionalismo y atención, “la verdad que el Seguro es un apoyo, las atenciones son buenas”, compartió.
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