EL REMATE

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LO QUE ADÁN QUISO DECIR…

En el estudio de Los Chapuceros en Villa Hermosa, el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández conversó con Nacho y Mauricio Rodríguez el sábado 2 de julio, un día después de la inauguración de la refinería Olmeca en el puerto de Dos Bocas, municipio de Paraíso, justo la localidad donde nació el gobernador con licencia de Tabasco.

En una charla anterior con Nacho Rodríguez ‘El Chapucero’, Adán Augusto había dado al público su número de celular. Y, esta vez, en la emisión de El Ganso Informativo (uno más de los canales de YouTube que manejan los hermanos Rodríguez) el secretario celebró estar recibiendo y contestando llamados y mensajes de todo el país y más allá de nuestras fronteras. No fue la primera vez, explicó, que dio sus datos de contacto:

“Tuvimos un evento en Puebla y, a la salida, me preguntaron algunos reporteros: ¿Y a usted si le llamamos va a contestar?, porque Marcelo nos dio sus números pero no contesta’. Ah no, ahí está el mío, yo sí contesto.”

Este fue el primer ramalazo a Ebrard, el canciller que junto a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Scheimbaum, integran con el responsable de la política interior la tercia de ‘corcholatas’ con reales posibilidades de ser destapados candidata o candidato de Morena a la presidencia de la república.

El Chapucero es un youtuber que se ha destacado por ser el Rubén Aguilar de este sexenio, no en el sentido de corregir los errores o imprecisiones que el entonces vocero de Vicente Fox le daba al sentenciar “lo que el presidente quiso decir”, sino de hacer una lectura tan original de lo que Andrés Manuel López Obrador declara en las mañaneras que su interpretación bien podría contener información privilegiada.

Como uno de los operadores en el aparato de legitimación que la 4T ha armado en las redes sociales, Nacho Rodríguez se ha dedicado a posicionar a López Hernández como aspirante presidencial. Y esta emisión de El Ganso Informativo (https://www.youtube.com/watch?v=1TmgJdDRMys) –jugando todo el tiempo con la ambigüedad porque era sábado, día laborable para la administración federal– sirvió para confirmar la eventual participación de Adán Augusto en la selección por el método de encuesta del candidato de Morena para 2024.

La entrevista con los chapuceros sirvió, además, para darle un segundo descontón a Marcelo Ebrard con una anécdota que le ocurrió a Mario Delgado, su brazo derecho, en Colima.

NUESTRO HOMBRE EN COLIMA:

La relación de López Henández con López Obrador se remonta hasta la amistad de Andrés Manuel con el papá de Adán Augusto. Como notario, Payambé López Falconi dio fe de las asambleas constitutivas del PRD en Tabasco que López Obrador realizó.

Pero Adán conoció a Andrés antes, en 1983 o 1984, cuando López Obrador “acababa de concluir su labor” en el Instituto Nacional del Consumidor (INCO) y regresó a Tabasco. Ya después, entre 1987 y 1988, Adán Augusto se sumaría a los trabajos encabezados por Andrés Manuel para conformar en su estado el Frente Democrático Nacional y, ya después, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que se funda en 1989.

Por el sol azteca, López Hernández fue candidato a la presidencia municipal. Luego, siempre por el PRD, fue diputado local, diputado federal por el cuarto distrito de Tabasco y senador. Ya por Morena, fue gobernador de su estado. Siendo senador del PRD, Adán Augusto fue el primer legislador en sumarse a la bancada de Morena en la cámara alta. De hecho, él fundó ese grupo parlamentario.

Y como cuadro morenista le tocó organizar las asambleas constitutivas del nuevo partido en Baja California Sur, Colima, Tamaulipas, Querétaro, Yucatán y algún otro estado. En la coordinación de esos trabajos en nuestra entidad, se dio la siguiente anécdota:

“Mario Delgado era senador y, como a mí me tocaba coordinar Colima y él es de ese estado, lo invité”. ‘Vamos el viernes a tu pueblo’, le dijo. Era la segunda asamblea constitutiva. El presidente del partido, Andrés Manuel López Obrador, le había informado que en la primera asamblea en Colima “no se juntó el número de gentes y necesitábamos una segunda para tratar de obtener los cuatro mil o no me acuerdo el número de afiliados”.

Nacho Rodríguez había introducido a la charla el tema de la paradoja que vive Morena: hoy muchos se quieren sumar al partido, pero en su momento fundacional, cuando el Movimiento Regeneración Nacional debía pasar de asociación a partido, no encontraba muchos simpatizantes entre la clase política.

Pues bien, estaban los dos senadores comiendo en las afueras de la capital colimense cuando “le digo a Mario: me voy a afiliar de una vez a Morena”. Se estaban dando las primeras inscripciones “y yo decidí afiliarme en Colima”, porque era lo correcto ya que “me tocaba organizar esa asamblea”. Y entonces le propuso a Delgado Carrillo: “¿por qué no te afilias? Y él me dice: no puedo ahorita, soy senador. Pues yo también soy senador y ya renuncié [al PRD] hace como seis meses. Todavía lo vacilo diciéndole que ni él quería en su momento afiliarse a Morena. ¡Y ahora es dirigente nacional!”

Fueron tiempos muy difíciles, recordó Adán Augusto. “Nos costó mucho trabajo en algunos estados sacar las asambleas constitutivas. En Tamaulipas fue muy complicado, en Querétaro ni se diga, ésta de Colima igual”. Otras como Baja California Sur, Campeche, Yucatán o Veracruz se dieron “muy bien”. Pero, en general, “hubo mucha complicación”.

EL DIVORCIO DEL SIGLO:

Como secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández acaba de tomar una decisión muy significativa para nuestro estado: nombrar al colimense César Yáñez Cabrera como subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría.

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM, César se acercó a López Obrador en 1997 probablemente recomendado por Porfirio Muñoz Ledo, quien estuvo casado con Bertha Yáñez, su hermana. Andrés Manuel era en ese momento presidente nacional del PRD. Y cuando fue electo jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2000, nombró a César Yáñez coordinador de Comunicación Social y vocero de la administración capitalina.

Tras la derrota en las elecciones presidenciales de 2006, César Yáñez se trepó al carruaje de López Obrador y lo acompañó en su periplo de 12 años por todas las poblaciones del país, mientras Andrés Manuel volvía a contender por la presidencia en 2012, fundaba Morena como una corriente interna del PRD y luego como partido político, para construir finalmente su tercera candidatura y ganar la presidencia de la república en 2018.

Alfredo Jalife contó a otro periodista tabasqueño, Emmanuel Sibilla, por los mismos días que se dio esta conversación de los Rodríguez con López Hernández, que la devoción de César Yáñez con Andrés Manuel López Obrador le costó sus dos primeros matrimonios. Quizá por eso, en preparativos para su boda con la política tlaxcalteca Dulce Silva, Yáñez Cabrera ya no se perfiló como vocero presidencial sino como coordinador de Política y Gobierno, un cargo cuyas funciones se describen en el organigrama de la siguiente manera: “Atiende las relaciones con los sectores públicos; procura la comunicación con dependencias y áreas de la administración pública. Tiene a su cargo el área de Atención Ciudadana.”

Lo que en el papel suena tan importante, en la práctica al parecer no lo era. Incluso, algún columnista habló de César como ‘el fantasma de Palacio’. Como sea, su oficina estaba en el mismo edificio donde despacha el presidente López Obrador y eso permite decir que, a pesar del desprecio, César se mantuvo cercano a su jefe.

Como es sabido, Yáñez cayó en desgracia cuando su enlace con Dulce Silva en la que López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller fueron padrinos, apareció en la portada y numerosas páginas interiores en la revista Hola! El presumible enojo del entonces presidente electo se entiende en la medida que la publicación (evidentemente contratada por César y su esposa) generó virulentos ataques y sonadas burlas contra un político que, como Andrés Manuel, siempre pregonó austeridad en el servicio público y sencillez en la vida personal.

INSURRECCIÓN DE LAS SOTANAS:

Qué César deje Palacio Nacional para asumir la subsecretaría operativa en Gobernación, ¿significa que el presidente ya lo perdonó?

Alfredo Jalife, uno de los fundadores de Morena que se sabe también dejado de lado, confesó a Sibilla su entusiasmo por López Hernández, sugiriendo la idea de un inquilino del Palacio de Cobián que está excavando los cimientos de Morena para encontrar los tesoros vivos pero ocultos del movimiento.

En su opinión de este domingo en El Universal (‘La revolución de las sotanas’), Eduardo Arvizu explica la llegada de César Yáñez como una invitación del secretario de Gobernación “para ocuparse de los asuntos de difusión y relaciones públicas de la campaña”. Pero sostiene que el colimense enfrenta un reto propio de la cartera de Asuntos Religiosos que le toca llevar: desmovilizar “la masiva expresión de inconformidad a la que está convocando la iglesia” ante “la ineptitud del actual gobierno”.

Y sí, Yáñez tendrá que calmar la furia eclesial no para recuperar los afectos de Andrés Manuel sino para ganarse la confianza del secretario. Aunque nos parece que lidiar con una jerarquía católica que se ha montado en el homicidio de dos jesuitas para posicionarse como factor de decisión en la sucesión presidencial, es una tarea que Adán Augusto no puede delegar, máxime cuando en esta contienda por la candidatura presidencial el titular de Segob juega también de árbitro.

López Hernández debe calmar las aguas para que AMLO pueda tomar la decisión sin presiones externas, y sin percibir que alguien dentro de su gabinete usó esas presiones para su propio beneficio.

MIENTRAS TANTO, EN CIUDAD GÓTICA:

Mientras César apuesta el regreso al primer círculo del poder ejecutivo con su mudanza a Bucareli, en Colima su hermana Claudia Yáñez –ex candidata a la gubernatura de Fuerza por México– haría bien en asumir que la oportunidad no se extiende a ella. No vaya a creer que hay condiciones para tomar revancha.

Nuestro correo electrónico: [email protected]

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