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Estrés hídrico y crisis climática
Vladimir Parra Barragán
«Si me ves llora»
-Piedra del hambre, Alemania.
Hechos recientes a nivel mundial demuestran que el estrés hídrico es un problema presente al que tendremos que hacer frente a través de esfuerzos conjuntos, participación colectiva, políticas púbicas consecuentes y estrategias integrales para la resiliencia y restauración de nuestros ecosistemas.
En Europa, ya se siente la gravedad de la situación ligada al estrés hídrico y la crisis climática. El Observatorio Europeo de la sequía, ha señalado que un 47% del territorio del continente, está en peligro de sequía y 17% en condiciones de alerta grave. Es tal el problema que en primavera llovió 20% menos y las olas de calor son más constantes, llegando hasta 40ºC en diversas épocas del año.
Existen además afectaciones directas, como en el caso de la agricultura, pero también indirectas, como el caso de los ríos. En Italia, por ejemplo, la producción agrícola en la cuenca del Po ha decaído: 50% en el maíz, 30% en el trigo y de 30 a 100% en el arroz. Así mismo, el río Rin en Alemania, ha presentado una disminución en su profundidad, ocasionando un cuello de botella en el que los barcos que solían transportar 6,000 toneladas, se han visto forzados a solo llevar 800, lo que ha provocado aumento en los precios y en los tiempos de transportación de mercancías.
Para aumentar el dramatismo, la disminución de las profundidades de los ríos Rin y Elba han dejado al descubierto advertencias ancestrales grabadas en las piedras. Estas son conocidas como “Hungersteine” (piedras del hambre) que presentan marcas del nivel que ha alcanzado el agua durante las sequías históricas en décadas o siglos pasados. Estas han mostrado importantes advertencias como: “Si me ves llora”, “Quien me vio, lloró. El que me vea, llorará”, “La vida volverá a florecer una vez que esta piedra desaparezca”, inscripciones que anticipan malas cosechas, escasez de alimentos, aumento de los precios y hambruna.
En Colima, no hemos llegado a una situación tan alarmante, sin embargo, ese futuro es una posibilidad latente que nos urge a tomar cartas en el asunto. Es por ello, que hemos buscado implementar el uso de medidor, impulsar la cultura del agua y el cuidado de la misma, a la vez de que bajo el enfoque de la 4T se antepone el bien común antes que el interés comercial. Falta mucho por hacer para garantizar el abasto y el derecho humano al agua, pero hoy más que nunca el tema se aborda con seriedad, con un enfoque integral y buscando el bienestar de todas y todos.
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