PARACAÍDAS

UdeC y alcaldías municipales 

Rogelio Guedea

La semana pasada el rector de nuestra máxima casa de estudios, Cristian Torres Ortiz, se reunió con los alcaldes de los diez municipios, quienes recién empezaron sus gestiones hace poco más de un mes y quienes ya empiezan a resentir los estragos de las diferentes crisis por las que atraviesa nuestra entidad, cada cual a su manera.

 La reunión tuvo lugar en la rectoría del recinto universitario y me pareció sumamente importante por múltiples razones, entre ellas: porque, en primer lugar, con esta convocatoria el rector reconfirma  su mensaje de unidad no sólo entre la universidad y los municipios sino, también, entre los propios alcaldes municipales entre sí, la mayoría de ellos de diferentes filiaciones político-partidistas. En segundo lugar, porque con esta reunión el rector refrenda la vocación social y de apoyo de la casa de estudios (y de todo su bagaje científico, humanístico y técnico) hacia los gobiernos municipales (ya lo hizo con el gobierno estatal) y la sociedad en general, ávida en estos momentos de encontrar soluciones a sus problemáticas más sentidas: economía, salud, seguridad y educación.

 En tercer lugar, porque con esta reunión se establecen los principios de una universidad dispuesta a no dejar a un lado su voluntad plural, su sensibilidad por el bien común y, muy importante también, su capacidad de intervención en cualesquiera de los ámbitos de gobernanza de la entidad, sin que esto signifique tomar partido con ninguno de ellos en particular.

 En los últimos meses, pero sobre todo desde que se implementó la mayor presencialidad escolar, el rector Torres Ortiz se ha impuesto una agenda de trabajo cercana no sólo con la comunidad universitaria (trabajadores y estudiantes) para conocer sus necesidades y de primera mano brindar el apoyo y respaldo necesario en estos momentos tan difíciles, sino también ha hecho salir a la Universidad de Colima más allá de sus muros para poder ofrecer toda la capacidad que ésta posee en beneficio de la sociedad, a través de los programas, proyectos y políticas públicas que implementen los municipios y del gobierno estatal.

 Nótese que la disposición de nuestra máxima casa de estudios de brindar este apoyo no es algo que deberían desdeñar ni el gobierno del Estado ni las diez alcaldías pues la institución educativa cuenta con un número importante de especialistas, muchos de ellos reconocidos a nivel nacional e internacional, que bien podrían significar el fiel de la balanza para la solución de las problemáticas que más los agobian.

 Es positivo que sigan existiendo en este momento liderazgos con capacidad para unir incluso a los antagonismos ideológicos y políticos más recalcitrantes, pues de no ser así será realmente muy difícil transitar de este estado deplorable de cosas a uno más próspero y esperanzador.

 Ha hecho muy bien realmente el rector Torres Ortiz en llevar a cabo esta convocatoria y han hecho muy bien los alcaldes por haberla aceptado de buena manera. Ahora sólo nos quedaría que, poco a poco, y dependiendo de las necesidades de cada municipio, la colaboración y los proyectos vayan cristalizando por el bien de la ciudadanía.


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