El Remate

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OBRA DE GOBIERNO

El gobierno federal no va a solucionar pronto los graves problemas de liquidez que tiene la administración de Indira Vizcaíno. Ni hará, según lo dicho por el secretario de Gobernación, aportaciones extraordinarias para cubrir el incremento salarial en el porcentaje que demandan los sindicatos de burócratas (La declaración, sin duda, terminó por inclinar la balanza a favor de Martín Flores, quien hizo campaña a la reelección al frente del STSGE con el aumento de sueldo como bandera).

Sin embargo, el presidente López Obrador anunció el fin de semana varios proyectos que salvan a la 4T en Colima del fracaso político de llegar a su primer año sin obra pública. Entregó, de hecho, un nuevo sistema de salud y la Universidad para el Bienestar ‘Benito Juárez García’ (UBBJG) en Armería.

La oferta educativa de una ingeniería en Acuacultura y Piscicultura supone las bases para una nueva vocación productiva en un municipio agrícola que resintió, como muchos en el país, el colapso del sector rural tras la entrada en vigor del TLC en 1994. Armería necesita sumar nuevas actividades industriales a la producción artesanal de sal marina y al turismo de playa.

En lo que concierne al sector Salud, aun cuando la información oficial se centró en la entrega de plazas para el personal que tenía años trabajando por contrato, y no obstante que la cobertura mediática se centró en las protestas de la dirigente seccional del sindicato de la SSA, la promesa del IMSS-Bienestar a la población no asegurada es que, a la brevedad, el derecho a la salud será efectivo.

Para ello, de acuerdo con dicha promesa, los colimenses contaremos con instalaciones hospitalarias restauradas, equipo nuevo o reparado, medicamentos suficientes, una plantilla laboral completa (mínimo un médico general de planta en todos y cada uno de los centros de salud) y personal calificado.

MÉDICOS CUBANOS

De los más de 600 médicos cubanos que están llegando a México, 55 fueron asignados a los hospitales y centros de salud en Colima. Muchos de ellos son especialistas, ganarán lo mismo que perciben sus colegas mexicanos y, en la entidad, cubrirán el déficit de algunas de las ramas de la medicina cuyos facultativos prefieren concentrarse en las grandes ciudades, porque allá sí hay mercado para combinar su trabajo en las instituciones de salud con la práctica privada.

Es curioso cómo entre los colimenses que, en las redes sociales, se han estado manifestando por motivos ideológicos (dicen que son comunistas antes que médicos) en contra de esta inmigración de profesionales, hay algunos que ellos mismos o sus familiares se atendieron en la isla de enfermedades contra las que la medicina cubana tiene avances importantes. Los mexicanos que realizan turismo de salud en Cuba son, por lo general, personas con alto poder adquisitivo.

CASI PRESIDENCIABLE

El director del Seguro Social y, por extensión, cabeza de este otro programa, Zoé Robledo, tiene motivos de sobra para convertir a Colima en estandarte del IMSS-Bienestar. De los tres estados (junto con Nayarit y Tlaxcala) que ya firmaron el convenio con el gobierno federal, el nuestro tiene las características geográficas, poblacionales y de infraestructura para hacer factible el éxito del modelo.

El chiapaneco que ya fue subsecretario de Gobernación, senador, diputado federal y congresista local, tiene suficientes incentivos personales para que este esquema triunfe ahí donde el Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar) no lo consiguió por causa de la pandemia.

Tal vez no alcance a colarse en la lista de precandidatos a la presidencia –todo apunta a que la competencia ya se cerró–, pero en el eventual caso que sea necesario nutrir la caballada con otros aspirantes, Zoé Alejandro Robledo Aburto podría ser incluido en la lista y negociar su futuro político con la o el siguiente presidente.

40 AÑOS DESPUÉS

Tras entregar la administración portuaria y la aduana de Manzanillo a la Marina Armada, y luego de relevar del peaje por el puente de Tepalcates a los automovilistas, la Cuarta Transformación se apresta a concluir el proyecto carretero del eje Manzanillo-Guadalajara iniciado hace cuatro décadas por Miguel de la Madrid Hurtado.

A fines de este año se abrirá a la circulación el segundo cuerpo de la carretera transvolcánica, que funcionará como sentido norte-sur de la autopista a Guadalajara en el tramo de las barrancas. También se ampliará a seis carriles toda la carretera de Manzanillo a Colima.

Dado que el presidente reiteró que no se cobrará cuota a automovilistas, los colimenses nos preguntamos si la ampliación incluye la construcción de un segundo puente sobre la boca de Tepalcates. Sería absurdo que, si ahora la reducción es de cuatro a dos carriles, surgiera un embudo de seis a dos para mayor riesgo de los usuarios. Muchos observadores atentos consideran que es necesario sustituir el puente actual, y no sólo completarlo.

López Obrador también anunció la modernización del acueducto Armería-Manzanillo, y la rehabilitación de las carreteras locales en los 10 municipios de la entidad (Que no nos pase como en Jalisco, donde a todos los caminos que no llegan a Guadalajara les falta mantenimiento).

FISCAL DE HIERRO

Fuera de las fantasiosas interpretaciones que se hicieron de las palabras del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, nada en materia de seguridad se concretó en las recientes visitas de personalidades políticas a la entidad.

El trabajo de contener la violencia y perseguir los delitos asociados a la actividad criminal organizada, sigue quedando en manos de la autoridad local. A la sociedad le urge que el fiscal Bryant García demuestre ser de hierro.

Al cierre de esta columna, la Fiscalía General de Justicia en el Estado (FGJE) había iniciado averiguaciones previas contra los organizadores del enésimo bloqueo al libramiento Ejército Nacional, justo a la altura de esa institución y de la delegación federal de la FGR en el estado.

Puesto que a Arnoldo Vizcaíno Rodríguez se le fincó en el periodo presidencial pasado un proceso penal por una manifestación frente al acceso del recinto portuario en Manzanillo, del cual por cierto fue absuelto, para el gobierno de su hija Indira resulta tabú romper los bloqueos.

Sin embargo, tras haberse demostrado que al menos dos de ellas resultaron protestas injustificadas (se comprobó que las supuestas víctimas, cuya aparición sanas y salvas se le exigía a la FGJE como condición para levantar el plantón, no habían sido privadas ilegalmente de su libertad, sino que literal andaban de parranda), muchos colimenses tienen dudas sobre la espontaneidad y autenticidad de las manifestaciones.

Aun quienes perciben evidencias de que se trata de movilizaciones orgánicas tanto en internet como en la calle, resienten las molestias que los bloqueos causan. Y es que se afecta la vialidad de toda la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez cuando los vehículos en tránsito, especialmente el transporte de carga, se desvía por el tercer anillo periférico.

ARDE LA CALLE

Ya le tomaron la medida al gobierno estatal, comentan algunos. Pero más que invocar un principio de autoridad, los ciudadanos señalan que el mensaje está equivocado. Si la Fiscalía sólo actúa bajo presión, eso significa dos cosas: la primera, que la FGJE no se moverá de otra manera, y, la segunda, que el fiscal tiene a su alcance la posibilidad de negociar la liberación de potenciales víctimas.

Lo que nos hace recordar cuando el entonces gobernador Mario Anguiano fue increpado en los medios de comunicación por el sádico asesinato de una pequeña en Tecomán. Extraoficialmente, la Procuraduría reveló que la niña había sido víctima de una equivocación. En realidad, sugirieron las autoridades, los maleantes pensaban secuestrar a otra infanta de su misma edad y cuyo padre –a diferencia del infortunado progenitor de la víctima– sí tenía asuntos pendientes con la delincuencia organizada. Los colimenses nos preguntamos entonces cómo llegaron los agentes ministeriales a semejante conclusión.

Si uno de los presuntos desaparecidos estaba de vacaciones en un pueblo de Jalisco y al otro, un trabajador de Conagua, lo encontraron en su casa durmiendo la mona, ¿quién alentó, sostuvo, pertrechó y acaso financió los bloqueos?

Es innegable que casi todos los días hay víctimas de levantones y ejecuciones. Y que los familiares tienen todo el derecho a sentirse indignados. De lo contrario, pensaríamos que al gobierno de Indira le están aplicando los pasos que indica el manual del golpe blando: primero, una intensa campaña de desinformación en las redes sociales y, luego, incendiar la calle.

UNA CUESTIÓN VIAL

Para aquellos que se entusiasmaron con la posibilidad de que, ante los reiterados bloqueos, se activara el proyecto de un macro libramiento para el transporte de carga que dejó tramitado Nacho Peralta, la gobernadora Vizcaíno ya aclaró que su administración no retomará ni el trazo ni el plan financiero original.

Además de la presunción de que los funcionarios del gobierno de Peralta Sánchez hicieron negocios usando información privilegiada para la compra de terrenos y, probablemente, mediante despojos, concesionar la obra a un particular comprometería a Vizcaíno Silva y a los mandatarios siguientes a fungir como aval y cubrir, con cargo al erario, las pérdidas que los operadores tengan cuando no se alcance un flujo mínimo de camiones.

Tarde o temprano, aclaró Indira, el macro libramiento será necesario. Pero por lo pronto (y especialmente si las obras de ampliación a seis carriles alcanzan al tramo del viaducto Ejército Nacional) no es impostergable. Lo que sí urge es revisar la situación jurídica y la funcionalidad de las dos vialidades afectadas por los bloqueos:

La arteria que alguna vez se llamó Marcelino García Barragán es una vialidad municipal, mientras que el tercer anillo periférico es una obra estatal que se construyó incluyendo en el presupuesto de la federación el proyecto de un libramiento carretero.

El viaducto Ejército Nacional es un periférico que parte la mancha urbana en dos, y no ha permitido una comunicación sana entre el centro y la zona oriente de Colima. En tanto, el arco que parte del distribuidor vial de El Higueral y se va formando con el libramiento a Coquimatlán y su prolongación como avenidas Griselda Álvarez y La Petatera, después paseo Miguel de la Madrid, detonó el desarrollo urbano hacia el norte y el poniente de Villa de Álvarez.

Mientras la avenida Ejército Nacional atraviesa la ciudad sin interrupciones, a la supuesta carretera de acceso controlado que es el tercer anillo periférico le faltan incontables pasos a desnivel, carriles centrales de libre flujo y laterales funcionales. Basta que canalicen los tráileres por ahí, para que la vialidad exhiba sus carencias.

Nuestro correo electrónico: [email protected]

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