Nadie puede arrogarse la construcción de la democracia: Lorenzo Córdova

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise

*Impartió la conferencia “La democracia y sus desafíos en México y América Latina”, en el XXXIII Congreso Internacional de Estudios Electorales celebrado en la UdeC.

Con la conferencia “La democracia y sus desafíos en México y América Latina”, Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), concluyeron los trabajos del XXXIII Congreso Internacional de Estudios Electorales, América Latina y El Caribe, elecciones y virajes políticos, que tuvo como sede la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.

En su charla, que puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=jOKUDBGqbB0, el consejero presidente del INE dio una perspectiva de los principales desafíos y problemas de los institutos electorales a nivel global, en donde destacó que “la democracia no goza de su mejor momento por el descontento social ante la falta de resultados en la solución de los ‘grandes problemas de nuestro tiempo’: pobreza en incremento, desigualdad oceánica, corrupción, impunidad y violencia”.

Entre los problemas que la aquejan, agregó, están las crisis de credibilidad de las instituciones centrales de los procesos democráticos (partidos y parlamentos), la nueva “potencialidad disruptiva de la desinformación” y la información maliciosa por la penetración y la rapidez que se introdujeron en las redes sociales, así como “las sociedades crecientemente polarizadas, situación agudizada por la intolerancia”.

Asimismo, explicó que entre los principales desafíos a los que se enfrenta el INE “son las descalificaciones verbales públicas, amenazas y agresiones físicas a la integridad personal, asfixia presupuestal, intentos de reforma electoral y la cooptación de órganos de control”.

Lorenzo Córdova dijo que “lo grave no es solamente que el día de hoy tengamos descalificaciones al trabajo de la autoridad electoral, sino que ahora, esas descalificaciones provienen de los principales beneficiarios de la existencia de un sistema electoral competitivo y que garantiza la existencia del voto libre”; es decir, que descalifican “un sistema electoral que puede propiciar la salida del poder, por las vías de las urnas, a quienes hoy lo detentan”.

El presidente del INE consideró que es importante fortalecer la cultura democrática, “ya que el 31%, un tercio de la población en el país, muestra algún grado de desafección con la democracia, mientras que a un 15 % le da lo mismo un régimen democrático que otro no democrático y un 16% considera que en algunos casos es mejor un gobierno no democrático”.

En América Latina, añadió Lorenzo Córdova, la situación de los institutos electorales ha sido igual, con descalificaciones y amenazas; “los gobernantes o candidatos acusan a las autoridades electorales de fraude, para que si pierden puedan culpar de fraude y si ganan, decir que ganan a pesar de los fraudes. Estos son fenómenos que se presentan en mayor o menor medida en América Latina”.

El consejero presidente reiteró que las rutas para enfrentar los desafíos a la democracia tienen que ver con el despliegue comunicacional de los órganos electorales, “ya no basta con hacer elecciones con altos estándares técnicos, es necesario tener estrategias de comunicación asertivas, contrarrestar la desinformación con información, impulsar la deliberación pública, ir más allá de la democracia directa y las tentaciones plebiscitarias e impulsar la ciudadanía digital con habilidades digitales para enfrentar la desinformación”.

Indicó que la democracia ha demostrado ser una forma de gobierno resiliente, a pesar de las problemáticas intrínsecas que hoy la aquejan, “no son pocas las democracias que desde su interior se han agotado. Vale la pena reivindicar a la democracia como la mejor forma de gobierno que la civilización ha encontrado para procesar, de manera respetuosa, la pluralidad y diversidad política que caracterizan nuestras sociedades, pero sobre todo, de manera pacífica, la disputa por el poder político”.

Finalmente, concluyó que la construcción de la democracia “ha sido una tarea colectiva; nadie puede arrogarse la construcción de la democracia. La democracia es una obra compleja, de varias generaciones, de personas de muy distintas filiaciones políticas que se comprometieron a construir un sistema donde el voto de la ciudadanía, de manera libre, definiera quiénes nos gobiernan y quiénes nos representan”.


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